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Preguntas y respuestas sobre el sexo Para muchas de nosotras, el sexo es un tema muy importante. En esta nota, las respuestas a algunas preguntas frecuentes que nos hacemos las mujeres sobre la sexualidad. No hace falta dar introducciones sobre este tema tan conocido por todas. Iremos directamente al grano para responder algunas de las dudas más comunes para las mujeres. ¿Es posible tener demasiado sexo? Sí, es posible. Siempre se puede tener demasiado de cualquier cosa, pero no existe un número normal de encuentros sexuales. Para dar un ejemplo, en Estados unidos, el promedio es de unas 3.5 veces por semana. Algunos tienen sexo todos los días, mientras que otros pueden tener solo 1 vez por semana. Por supuesto, puede llegar a generarse un conflicto si en una pareja no se ponen de acuerdo sobre la cantidad de veces que quieren tener relaciones. Entonces, hay que sentarse a negociar para encontrar un equilibrio adecuado para las dos partes. ¿Hay alguna forma de ayudar a un hombre a mantener su erección por más tiempo? Sí, pero paradójicamente la mejor técnica es hacer que se olvide de su pene. Estar pendiente de la erección sería contraproducente. Es normal que en una sesión larga de sexo el pene pierda rigidez, así como también es normal que la mujer no esté durante tanto tiempo con la lubricación necesaria para mantener el encuentro. En conclusión, para que el miembro del hombre no pierda rigidez, lo mejor es seguir tocándolo en un ambiente relajado… El uso frecuente de estimuladores clitorianos, ¿Dificula luego tener un orgasmo por penetración? En realidad, es difícil conseguir un orgasmo por penetración, se haya usado o no alguna vez un estimulador clitoriano. Si quieres lograrlo, primero tienes que bajarte de la nube: no se supone que tengas orgasmos por vía vaginal si no recibes estimulación en tu clítoris. Para que tu hombre entienda porqué debe hacerlo, hay que comparar la vagina con los testículos y el clítoris con la cabeza del pene: si a él solo le tocas los testículos pero nunca el pene, nunca llegará a la eyaculación, y lo mismo pasa con las mujeres: si no nos tocan el clítoris, jamás llegaremos al clímax. ¿Cuál es el tiempo máximo que puede durar un orgasmo? Entre 5 y 10 segundos solamente. Pero a no desesperar, pues lo bueno es que se puede tener más de un orgasmo en una misma sesión de sexo. ¿Es posible intensificar el placer del clímax controlando la respiración? ¡Sí, muchísimo! Pero es un tema muy variable entre las personas. Hay gente que cuando respira cortito y jadeando tiene orgasmos más fuertes, y otra que, por el contrario, magnifica su clímax con una respiración más suave y profunda, con oxigenación a fondo. Lo importante es jugar con los distintos tipos de respiración y ver cual es la que mejor le funciona a cada uno. ¿Un hombre puede sentir un orgasmo sin eyacular? Sí. El orgasmo y la eyaculación son dos procesos distintos, aunque la gran mayoría de los hombres no aprendieron a separarlos. El entrenamiento sexual de ellos se da en la adolescencia, en la casa de sus papás y a las apuradas. Con eso acostumbran su cuerpo a la rapidez, a excitarse enseguida y a asociar el orgasmo con la eyaculación. Para aprender a separar una cosa de otra, tendrían que pasar por un re-aprendizaje, con una masturbación extendida para controlar la eyaculación, mantener la erección y tener un segundo, tercer y ¿Por qué no? Cuarto orgasmo. No olvidemos que también ellos pueden ser multiorgásmicos. ¿Cuáles son las zonas más sensibles al placer del hombre? El perineo (el tramo que se extiende entre el año y los testículos), el frenillo (la piel que hay debajo de la cabeza del pene), la parte de atrás del cuello, la zona baja de la espalda (entre los riñones y el coxis) y el resto de la espalda, que es algo que no solemos dar importancia al momento de estimular a nuestro hombre. ¿Cuáles son las zonas más sensibles al placer de la mujer? El cuello, las orejas, los senos (particularmente los pezones), la parte baja del vientre y la entrepierna. Todos los alrededores de los genitales son en general la zona más sensible del cuerpo porque cuando el hombre se acerca pero sin llegar al lugar deseado, genera una expectación previa que realmente resulta excitante. ¿Es normal que se produzcan arcadas al practicarle sexo oral a un hombre? En general sí, porque con un pene pasa lo mismo que con cualquier objeto que introduzcas hasta tu garganta. Si tu objetivo es dar un buen sexo oral, debes tener la garganta en angulo abierto para que el pene tenga espacio y, cuando llega al fondo, debes hacer como si tragaras algo, despacito. Para evitar las arcadas, lo más recomendable es tomar la base del pene con las manos, como si fueran un tope, y que en la boca quede solo la cabeza y la parte alta del miembro. Mientras el hombre sienta que su pene está siendo estimulado y muy lubricado con saliva, no le va a hacer gran diferencia si sólo succionas una parte de su miembro. Después de todo, nada menos sexy que las arcadas cuando le estás dando placer. ¿Hay alguna forma de cambiar el olor y el sabor del semen y del flujo? La dieta es lo que determina estas cualidades de los fluidos corporales. Las carnes rojas hacen que el semen sea más ácido y el flujo vaginal más amargo, cuando naturalmente es dulzón. El café y los productos lácteos son también malos para el sabor. Los alimentos que mejoran el gusto son las frutas, los vegetales y los alcoholes fermentados (la cerveza especialmente), que actúan como endulzantes. ¿Se puede aprender algo de las películas porno? Las películas eróticas no son más que fantasías llevadas a la pantalla. Es poco lo que puede aprenderse de ellas porque no tienen mucho que ver con la realidad. Por ejemplo, se pueden tomar truquitos para practicar sexo oral que sirvan para provocarle excitación visual al hombre. Pero nada que nos haga sentir más placer a nosotras… Una película pornográfica tradicional refleja las fantasías masculinas porque todo gira en torno del placer del hombre y del culto al pene. ¿Las fantasías revelan el verdadero “Yo sexual”? El verdadero deseo sexual de una persona esta en permanente cambio. Además, algunas fantasías tienen que ver con lo que uno quisiera hacer en la vida real, pero otras no se relacionan con nada. Si una mujer fantasea con otra mujer, no quiere decir que sea lesbiana, sino que tal vez la excita lo prohibido.

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